Si sigues con las mismas ventanas de hace 20 años, en 2025 estás perdiendo comodidad y dinero, así de claro. En Málaga este año se está notando un cambio fuerte: mucha gente está cambiando sus viejas correderas por perfiles de aluminio más finos, con rotura de puente térmico y vidrios dobles o triples preparados para el calor que tenemos aquí. Te pongo un ejemplo real: un cliente en la zona de Teatinos pasó de tener el salón como un horno en agosto a poder estar con el aire acondicionado a menos potencia y durante menos tiempo. ¿Magia? No, simplemente combinó un buen aluminio con un vidrio control solar. Además, ahora se están montando sistemas que cierran casi herméticos, con juntas que bloquean mejor el aire de levante y el ruido de la calle. No es solo que la ventana sea más ‘moderna’, es que empieza a notarse en tu factura de luz y en lo cómodo que estás en casa, sobre todo en pisos altos y áticos, donde el sol pega sin piedad.
En 2025 lo que más se pide en Málaga no es solo que la ventana aísle, sino que deje pasar la máxima luz posible sin parecer un escaparate de tienda. Por eso están triunfando los sistemas de aluminio con perfiles minimalistas, esos que casi no se ven y dejan todo el protagonismo al cristal. Imagínate un salón en un piso en la Malagueta con vistas al mar: antes tenías tres hojas, perfiles gruesos y mil cortes de visión; ahora se montan correderas elevables o sistemas plegables donde, al abrir, casi desaparece todo. Y no es solo estética. Al reducir perfiles y mejorar herrajes, se consigue que la hoja cierre mejor, que entre menos ruido de tráfico y menos humedad en días de temporal. Un vecino en Torremolinos, al lado de una avenida bastante ruidosa, pasó de escuchar motos a toda hora a poder ver la tele normal sin subir tanto el volumen. No cambió de barrio, cambió de ventanas.
Otra novedad de 2025 que estás viendo cada vez más en Málaga es la integración de las ventanas de aluminio con sistemas domóticos sencillos. Nada futurista: hablamos de motores en persianas, sensores que te avisan si te dejas una hoja abierta y cierres reforzados que complican mucho las cosas a quien quiera entrar por donde no debe. En zonas de chalets, como en Cerrado de Calderón o Pinares de San Antón, ya es casi normal combinar aluminio con vidrio laminado de seguridad y cierres multipunto. ¿La ventaja real para ti? Puedes irte un fin de semana fuera y, desde el móvil, bajar persianas o comprobar si todo está cerrado. Además, los nuevos herrajes permiten que una hoja grande, que antes pesaba un mundo, ahora se mueva suave con una mano. Un cliente mayor en la zona de Huelin me decía: “Por fin puedo abrir la terraza sin pedir ayuda”. Eso es lo que realmente importa: que la tecnología no se note, pero te haga la vida más fácil cada día.
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