Ventanas correderas de aluminio en Madrid: guía útil
Aprende a elegir ventanas correderas de aluminio sin complicarte: tipos de perfiles, RPT, vidrios y herrajes que sí imp…
Si vives en Barcelona, ya sabes cómo va esto: invierno suave, sí, pero humedad que se cuela y un verano que cada año aprieta más. Por eso en 2025 se está notando un cambio claro: la gente ya no pregunta “¿merece la pena la RPT?”, pregunta “¿qué RPT montas y con qué vidrio?”. Y tiene sentido. La rotura de puente térmico (RPT) no es un capricho: en pisos del Eixample con carpintería vieja, el salto se nota en dos cosas muy concretas: menos pared fría alrededor de la ventana y menos “chorreón” de condensación por la mañana. Un ejemplo real: ventanas correderas antiguas que “sudan” en noches húmedas; con RPT y un buen doble vidrio, dejas de secar el alféizar cada dos días. Y ojo, aquí hay trampa: si cambias solo la carpintería pero mantienes un vidrio flojo, el resultado se queda a medias. En obra nueva y reformas serias se está pidiendo más la combinación RPT + vidrio bajo emisivo, y se habla mucho de mejorar el confort sin depender tanto del aire acondicionado. No es magia, es física… y un montaje bien hecho.
En 2025, la conversación en muchas reformas en Barcelona gira alrededor de una palabra: ruido. Si estás cerca de una avenida, una escuela o una zona con terrazas, lo que quieres es dormir. Y aquí la novedad no es solo “poner RPT”, sino ajustar el conjunto: perfilería, herrajes y, sobre todo, el vidrio adecuado. Lo típico: alguien cambia ventanas pensando que con eso ya se acabó el sonido, y luego descubre que el punto débil era el tipo de vidrio (asimétrico o laminar acústico) y el sellado del perímetro. También se está viendo más interés por sistemas que no te den guerra en el día a día: correderas que deslizan suave (sin tener que empujar con el hombro), practicables que cierran con presión uniforme, y microventilación para ventilar sin dejar la ventana abierta de par en par. ¿Tienes niños o teletrabajas? Esto se agradece. Y un detalle muy de Barcelona: muchos pisos con balconera estrecha y persiana; se está afinando más el tema de cajón y guías porque si eso queda flojo, se te cuela aire y pierdes parte del beneficio. La RPT ayuda, pero el “silencio” y el confort vienen del conjunto y del montaje.
Otra novedad que se nota este 2025 no es tanto la ventana en sí, sino cómo se instala. En Barcelona hay mucha finca antigua: muros irregulares, premarcos que no están a plomo, persianas con cajones viejos… y ahí es donde se ganan o se pierden resultados. Cada vez se cuida más el sellado perimetral (cintas, espumas adecuadas y remates que no se rajan al mes) porque la típica corriente “misteriosa” suele venir de una junta mal resuelta, no de la perfilería. También se está pidiendo acabado limpio: menos tapajuntas enormes y más soluciones que integren bien con paredes reformadas, sobre todo cuando pintas o alisas. Y te cuento una situación muy real: cambio de ventanas en un piso alquilado para vivir mejor sin meterte en una obra eterna. En esos casos se busca una instalación rápida, con poca rotura, pero sin sacrificar estanqueidad. La clave es que te expliquen dónde están los puentes térmicos de tu hueco (cajón de persiana, encuentro con el muro) y qué van a hacer para reducirlos. En 2025, la diferencia entre “mejoró algo” y “se nota de verdad” suele estar en el detalle del montaje.
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