Si estás pensando en cambiar ventanas en Bilbao en 2024-2025, lo primero es entender que la normativa ya no va solo de “que cierre bien”. Entre actualizaciones del CTE (Código Técnico) y el empujón a la eficiencia energética, el listón se centra en aislamiento térmico real y en control de infiltraciones (el típico “entra aire por la esquina” que luego te sube la calefacción). Y aquí Bilbao juega en “modo difícil”: humedad, viento y edificios con décadas encima. Te pongo un ejemplo muy común: piso en Indautxu con ventanas correderas antiguas. En papel, “ventana de aluminio” suena bien, pero si no lleva rotura de puente térmico y un buen herraje, te comes condensación en el vidrio por la mañana y la sensación de pared fría aunque tengas la caldera a tope. La normativa no es que te vaya a multar por tener ventanas viejas, pero cuando reformas (y sobre todo si pides ayudas o justificas mejoras), te conviene que lo instalado tenga valores y ensayos coherentes. ¿El enfoque práctico? No elijas por catálogo: elige por clima, orientación y uso real del piso.
En la práctica, para alinearte con lo que viene en 2024-2025, hay tres cosas que yo miraría antes de firmar nada. Primera: aluminio con RPT (rotura de puente térmico). Sin eso, el marco transmite frío y te aparece moho en el encuentro con la pared, especialmente en habitaciones poco ventiladas. Segunda: el tipo de apertura. En Bilbao, una abatible u oscilobatiente bien instalada suele sellar mejor que una corredera básica; lo notas el primer día que sopla nordeste y no oyes ese silbido. Tercera: el vidrio. No es “doble o triple y ya”: si tienes orientación norte o zona ruidosa (Gran Vía, Sabino Arana), pide laminado acústico + bajo emisivo, porque una cámara grande sin buen vidrio puede quedarse corta en ruido. Caso real: vivienda en Deusto que cambió solo marcos manteniendo vidrio antiguo; mejoró algo, pero el ruido seguía entrando por el vidrio y el ahorro fue menor. Aquí la normativa te empuja a justificar mejoras, pero tú lo que quieres es dormir y pagar menos. Pide fichas técnicas (Ug, Uw, permeabilidad al aire) y que te expliquen qué significan con tu vivienda, no en abstracto.
Lo que más falla en una instalación no es el aluminio, es el “cómo se monta”. Y la normativa, cada vez más, te obliga a hacerlo con cabeza: sellados continuos, encuentros bien resueltos y nada de “relleno y silicona” como solución universal. Si estás en un edificio con comunidad exigente o en zona con estética controlada, pregunta antes por color y perfil exterior; en Bilbao pasa en muchas fincas que no te dejan cambiar el aspecto de fachada a tu antojo. Y ojo con el cajón de persiana: mucha gente se gasta el dinero en ventanas nuevas y se deja un cajón viejo que es literalmente un agujero. Ahí es donde entra el aislamiento del cajón y las juntas. Otro tema práctico: ventilación. Con ventanas más estancas, si no ventilas, sube la humedad interior y vuelven los hongos. Por eso es clave valorar microventilación o aireadores según el caso (cocina, baños, dormitorios). Historia típica: cambio de ventanas en Santutxu, adiós corrientes… y a las dos semanas, vaho y manchas por no ajustar hábitos de ventilación. La normativa 2024-2025 no es un “susto”, es una pista: si vas a invertir, que la mejora sea completa, no a medias.
Nuestro equipo de expertos está listo para ayudarte con tu proyecto de carpintería de aluminio.
Descubre más contenido que podría interesarte
