Ventanas de aluminio con RPT en Barcelona: novedades 2025
Repasamos las novedades 2024-2025 en ventanas de aluminio con RPT: cambios en requisitos de eficiencia, perfiles más es…
Si estás mirando obra nueva o una reforma “seria” en Alicante este 2025, seguro que te ha salido el tema de la fachada ventilada de aluminio. Y tiene sentido: aquí el sol pega y la humedad del mar no perdona. La idea es sencilla (y muy práctica): no pones el revestimiento pegado al muro, dejas una cámara de aire que “respira”. ¿Resultado? En verano, esa cámara ayuda a que el calor no se te meta directo en casa, y el aire circula como cuando abres dos ventanas y corre la brisa. Un ejemplo real: un propietario en la zona de Playa de San Juan me decía que, tras montar ventilada, el aire acondicionado dejó de ir “a tope” desde mediodía; no es magia, es que el muro ya no se recalienta igual.
Además, el aluminio aguanta bien el ambiente salino si eliges acabados adecuados, y eso aquí cuenta. Y si te preocupa el ruido (tráfico, terrazas, vecinos), la fachada ventilada se suele combinar con aislamiento y ahí notas un cambio. No te voy a decir que sea barata, pero sí que suele ser una de esas decisiones que te ahorran dolores de cabeza después.
Vamos a lo práctico: ¿qué ganas tú con una ventilada de aluminio, más allá de que “queda moderna”? Primero, control de humedad. En zonas como Elche o Alicante, con cambios de temperatura entre día y noche, es típico ver manchas, pintura que se descuelga o esquinas frías. La cámara ventilada ayuda a evacuar condensación y a que el muro no se quede “mojado” por dentro. Segundo, mantenimiento: si comparas con una fachada monocapa que se fisura y toca repasar, aquí sueles ir a un sistema registrable; si hay un problema puntual, se puede abrir, revisar y cerrar sin destrozar media pared. Y eso en 2025, con la mano de obra cara, es oro.
Te pongo una situación muy normal: comunidad de vecinos que quiere rehabilitar sin tener el edificio meses hecho un cuadro. Con ventilada, muchas veces el proceso es más ordenado porque trabajas por paños, con menos tiempos de secado y menos dependencia del clima. Y ojo con la estética: puedes elegir modulaciones que disimulan irregularidades del soporte, algo típico en edificios de los 70-90. Si la fachada actual está “cansada”, la ventilada te permite renovar sin pelearte con cada imperfección del muro.
Si estás pensando “vale, me interesa”, hay tres decisiones que cambian el resultado. La primera: el aislamiento (tipo y espesor). No es lo mismo poner “un poquito” que dimensionarlo bien; en Alicante, con veranos largos, un buen espesor se nota en confort y en horas de máquina. La segunda: la subestructura y los anclajes. Aquí no compensa ahorrar a ciegas: si estás cerca del mar, el ambiente castiga, y elegir materiales y tornillería correctos evita sustos a medio plazo. La tercera: el acabado exterior (panel, composite, chapa, etc.). Cada uno tiene su comportamiento con el sol, la dilatación y los arañazos. ¿Tienes niños, mascotas, o es un bajo a pie de calle? Piensa en golpes y vandalismo, porque pasa.
Un caso típico: local comercial en el centro de Alicante que quiere cambiar imagen sin cerrar semanas. Con una ventilada bien planificada, se puede sectorizar, trabajar por fases y mantener parte de la actividad. Mi consejo de amigo: pide que te expliquen cómo resuelven encuentros (esquinas, coronación, juntas) y cómo se registrará la fachada. Ahí se ve si estás comprando una solución pensada o un apaño caro.
Nuestro equipo de expertos está listo para ayudarte con tu proyecto de carpintería de aluminio.